Las sociedades, como personas jurídicas, pueden formarse de formas diferentes. Una de esas formas es la sociedad patrimonial. Esta figura cuenta con unas peculiaridades, ventajas e inconvenientes particulares. Todo ello se regula en la Ley del Impuesto sobre Sociedades.
¿Cuáles son las ventajas de una sociedad patrimonial?
La sociedad patrimonial se identifica por no dedicarse en su mayor parte a actividades económicas o mercantiles para poner recursos y servicios en el mercado. Al contrario, su objeto primordial es la administración de un patrimonio, por norma general consistente en valores o bienes raíces.
Ventajas e inconvenientes de una sociedad patrimonial
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En verdad, el requisito primordial para llamarse sociedad patrimonial, es que más de la mitad de su activo sean valores o bienes raíces, y que estos no estén dedicados a una actividad económica o mercantil. Pero, como la sociedad patrimonial se califica así por la composición de su activo, siempre y en todo momento puede dejar de serlo y pasar a ser una sociedad de cualquier otra clase.
En otras palabras: no es un tipo de sociedad concreta, sino puede serlo cualquier sociedad que cumpla ese requisito en lo que se refiere a sus activos.
Para valorar esa mayoría del activo, la ley establece una serie de obligaciones y de excepciones.
Obligaciones y ventajas de una sociedad patrimonial
- Es preciso que más de la mitad del activo sean valores, o que más de la mitad no esté dedicado a actividades económicas.
- Para calcular esa mayoría del patrimonio, se emplea la media de los cómputos trimestrales de cada ejercicio. Si es un conjunto de empresas, se emplean las cuentas afianzadas.
- No computan como valores, los que se tengan por obligación legal o a consecuencia del desarrollo de actividades económicas, los que tengan las sociedades de valores por su actividad y los que den un mínimo del cinco por ciento del capital de una entidad y se sostengan a lo largo del plazo de 1 año.
- Los alquileres no computan como actividad económica si la sociedad no tiene empleados dedicados a ellos.
¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de una sociedad patrimonial? La sociedad patrimonial se identifica por no dedicarse en su mayor parte a actividades económicas o mercantiles
Las clases de sociedades patrimoniales y su constitución
Los dos tipos más frecuentes de sociedades patrimoniales son dos:
1. La sociedad patrimonial para posesión de inmuebles: tiene una serie de inmuebles no destinados a su explotación. Los inmuebles se pueden alquilar, mientras que no se tengan empleados destinados a dicha actividad.
2. La sociedad patrimonial para posesión de valores: tiene una cartera de valores, pero va a dejar de ser patrimonial si los emplea para poder administrar las empresas participadas.
Para formar una sociedad patrimonial no hay un procedimiento concreto. Es suficiente con crear cualquier tipo de sociedad civil o mercantil y dedicar menos de la mitad de su capital social o de su patrimonio a actividades económicas o mercantiles.
Por tal razón, la denominación de sociedad patrimonial es de naturaleza tributaria. Cualquier empresa, pasa a ser de manera automática una sociedad patrimonial https://apfconsultores.es/sociedad-patrimonial/ cuando más de la mitad de su patrimonio queda fuera de las actividades económicas. Y al contrario: si la proporción cambia y la mayor parte del patrimonio pasa a ser productivo, la sociedad pasa al régimen general de las sociedades mercantiles.
Ventajas de las sociedades patrimoniales
Los efectos de las sociedades patrimoniales son, sobre todo, fiscales. En lo que se refiere a sus ventajas, dependen singularmente del volumen del patrimonio que se les adscribe. Este hecho implica que esta figura no tenga ventajas para patrimonios más reducidos, que pueden beneficiarse más si son gestionados por los propios particulares.
Para el resto de los casos, los beneficios fiscales más interesantes son estas:
• Los ingresos de las sociedades patrimoniales tributan en el Impuesto de Sociedades al tipo general del veinticinco por ciento, en vez de hacerlo en el IRPF. En este último caso, si el ingreso es alto, puede llegar al cuarenta y cinco por ciento.
- La sociedad patrimonial no paga Impuesto de Sociedades por los inmuebles improductivos, al paso que a la persona física se le aplica el IRPF por la segunda residencia y consecutivas.
- Los gastos que se producen en la sociedad se deducen en el Impuesto de Sociedades.
- Dejan eludir el Impuesto sobre el Patrimonio de los particulares.
- Un patrimonio puede incorporarse a esta sociedad, facilitando el proceso sucesorio y de herencia.
- Además de esto, se evita que las responsabilidades del dueño puedan afectar a sus recursos, ya que sus acreedores no pueden demandar el patrimonio de la sociedad.
Inconvenientes de las sociedades patrimoniales
No obstante, estas sociedades así mismo tienen ciertas desventajas:
1. Como no se dedican a la actividad mercantil, no tienen acceso a las bonificaciones que se aplican a las empresas normales.
2. No se pueden acoger a las reducciones que tienen los particulares sobre el desempeño neto del alquiler de residencias.
3. La constitución de la sociedad patrimonial tiene unos costos y su administración es más compleja a nivel contable y legal.
4. Las sociedades patrimoniales están muy observadas por Hacienda, puesto que se busca impedir que se empleen para evadir impuestos.
Por estas razones, ya antes de dar el paso de formar una sociedad patrimonial, es preciso estudiar cada caso específico. Así, se va a saber si es más rentable que el resto de las opciones.
No se debe olvidar que contar con de un asesoramiento experto en la materia es la mejor forma de tomar esta clase de resoluciones.