Actualmente, en la Hipica en Valencia muchos caballos viven en sistemas de estabulación con movilidad controlada, pasando un buen tiempo en cuadras y con acceso limitado a zonas exteriores algo extensas, pero con la movilidad limitada a través de vallados o bien postes eléctricos.

 

Hipica en Valencia

El cuidado de Hípica en Valencia del caballo

Mantener un caballo estabulado en largos periodos de tiempo, puede dar lugar a la aparición de los temidos vicios de cuadra, debido a lo antinatural de esta forma de manejo.
Pero así mismo, hay muchos sitios donde los caballos viven en estado semisalvaje, formando manadas que se mueven con libertad por extensos terrenos y realizando las conductas naturales propias de la especie.

 

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Hípica en Valencia: Experiencia de las manadas

*Un conjunto de potrancas de diferentes edades, siendo las mayores las que tienen más responsabilidades en el cuidado de la manada, en tanto que por su experiencia reconocen más de forma fácil cualquier riesgo o bien predador, saben estrategias para proteger a los potros y tienen un extenso conocimiento del terreno por donde se mueven, pudiendo conducir al resto de los caballos a las zonas con mejores pastos y acceso a agua a lo largo de todo el año.

*Un semental, cuyo único cometido es esencialmente reproducirse, aportando lo mejor de sí a los nuevos potros.

*Un conjunto más o menos abundante de caballos jóvenes, que rondan el puesto del semental, pudiendo llegar a organizar riñas por lograrlo.

*Los potros nacidos ese año y de años precedentes, que continúan al lado de sus madres hasta el momento en que aprendan todo lo preciso para valerse y defenderse por sí solos.

 

Los primeros años del potrillo, son importantes para la Hípica en Valencia puesto que su comportamiento cuando es adulto, es de suma importancia por las relaciones primeras.

 

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La existencia actualmente de manadas de caballos

Las manadas de caballos, pueden componerse hasta de seiscientos individuos, si bien en general suelen ser más pequeñas, todo depende del tamaño de su territorio y de la capacidad de este para otorgar suficiente comestible y agua a sus miembros.
En lo que se refiere a su sistema de defensa frente a los predadores, cuando los caballos son atacados por animales cazadores, como lobos o bien grandes felinos, se ponen formando un enorme círculo con las cabezas cara al exterior y los cuartos traseros cara al interior. Y en ese círculo se ubican los potros, completamente protegidos por sus mayores. Pocas veces un predador suele penetrar ese círculo, puesto que el peligro de lesiones mortales es altísimo.
Prefieren observar y conseguir tener a la manada desprevenida, para atemorizarla y separar a los caballos, pudiendo de esta forma centrarse en el más lento o bien viejo o bien enfermo, que deberá defenderse por sí mismo al haberse separado del conjunto.
Por tal razón los caballos disponen de otras estrategias de conducta para resguardarse.
Es frecuente que mientras que unos pastan, otros continúan con la cabeza alta, de este modo pueden ver (y olisquear) desde larga distancia la presencia de cazadores. Se van alternando unos y otros, y de esta manera el que come puede hacerlo con calma.
Lo mismo hacen en el momento de dormir. Unos observan mientras que otros descansan.

En lo que se refiere a sus rutinas, dedican un buen tiempo a comer. Pastan de una forma particular, avanzando un paso con una mano, mordisqueando la yerba de su gusto, avanzando otra mano, volviendo a mordisquear, y de esta manera a lo largo de horas.
Por esta razón, el comer su ración en un comedero fijo y de una sola vez no les resulta muy natural. El caballo pasea mientras que come.

 

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Comportamientos de los caballos en la Hípica en Valencia

Así mismo dedican algún tiempo a las relaciones con otros caballos, a través de contacto físico, rascados mutuos, juegos, carreras y comunicación corporal, que es amplísima y sirve para dar a conocer al resto del conjunto de qué manera se siente el caballo en todo instante.
Esta conducta de relación es fundamental , a fin de que el caballo sepa portarse al lado de otros caballos. Al interaccionar ,aprende qué puede hacer y qué no, y aprende así mismo a convivir.

Los potros que se han criado en aislamiento o bien que sólo han conocido a su madre, suelen ser caballos con una pésima habilidad de relación y un temor muy profundo cara a otros caballos, a los que suele agredir intensamente.

Se deben criar a los potros en yeguadas, a fin de que su conducta con otros caballos una vez sean adultos sea apacible y afable. En caso contrario, podemos toparnos con un caballo que es imposible de manejar cuando se halla con otros de su especie, por el hecho de que se ponga muy violento.

Corregir eso en un animal adulto es muy complejo, aparte de peligroso por lo grandes que son y el posible alcance de coces y bocados a quien esté cerca.

 

Fuente: http://www.hipicalacalderona.com